Hoy os quería dejar otra receta de esas que hago cuando no sé qué hacer de comer. Todo es mirar lo que hay por la nevera, por el congelador y alguna lata del armario, y ponerle un poco de imaginación. Seguro que hay veces que salen auténticas marranadas que no repetirás, pero otras veces, como este caso, sale un arrocito muy apañado.
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Arroz
- Caldo de pescado (cuatro veces la cantidad de arroz)
- 250 gr de patas de pulpo cocido (dos pequeñas)
- 150 gr de setas (en este caso tenía una lata de robellones al natural)
- 5 cucharadas de tomate frito (un botecito pequeño)
- 1 ajo
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración:
La preparación del plato es muy sencilla, ya que todos los ingredientes están preparados, por lo que todo el proceso lo podemos hacer en la cazuela donde vayamos a hacer el arroz. En este caso, el caldo lo tenía hecho, lo que facilita mucho las cosas. Si quieres complicarte lo mínimo, puedes usar un caldo de los que venden hechos, que los hay bastante aceptables. El que tenía yo era un caldo normalito hecho de morralla. Si te quieres liar y hervir tú mismo el pulpo, lo ideal es que uses el caldo de la cocción para hacer el arroz, añadiéndole, en todo caso, un fumet muy suave de pescado para potenciar los sabores.
En primer lugar ponemos un par de cucharadas de aceite en la cazuela en la que vayamos a hacer el arroz y doramos las patas de pulpo. Me interesaba que dejara ese sabor en el fondo de la cazuela para potenciar el sabor, tanto del pulpo como del arroz. Cuando estén bien doradas, las retiramos y las cortamos en rodajas. En el mismo recipiente, añadimos las setas troceadas y las salteamos. Una vez doradas, las retiramos.
Mientras vamos haciendo esta parte, ponemos en otro fuego una olla con el caldo de pescado a calentar para que esté hirviendo cuando lo vayamos a añadir a la cazuela.
En la misma cazuela que hemos dorado el pulpo y las setas, añadimos el diente de ajo picado y, cuando esté dorado, añadimos las cucharadas de tomate frito (un bote pequeño de tomate frito) y removemos un minuto. A continuación, añadimos el pulpo y las setas troceadas y removemos el conjunto otro minuto. Tras esto, ponemos el arroz y lo sofreímos un par de minutos, hasta que veamos que no queda aceite en la cazuela.
Sólo nos queda añadir el caldo que tendremos hirviendo al lado. Como ponía en los ingredientes, nos hará falta aproximadamente 4 medidas de caldo por cada medida de arroz. Pero como tenemos la olla al lado, podemos ir añadiéndolo conforme queramos que nos quede el arroz, más caldoso o más meloso.
Y ya tenemos el arroz terminado. Como decía al principio, un arroz un poco improvisado a partir de los ingredientes que tenía por la cocina (un caldo congelado, unas patas de pulpo que sobraron de una cena, una lata de robellones en conserva…). Alguno lo llamaría “cocina de aprovechamiento” 😉 .