Ciertas cosas son difíciles de entender y de explicar. Como muchos sabéis, porque seguramente habéis estado y lo habéis disfrutado, durante 3 años (2009, 2010, 2011) se celebró en Alicante un congreso de Gastronomía, dirigido por Rafael García Santos, que venía de celebrarse en anteriores ediciones en San Sebastián. Era el congreso/feria/evento “Lo mejor de la Gastronomía”.
Este congreso, que se realizaba en IFA (Institución Ferial Alicantina), era el evento que más gente congregaba a lo largo de todo el año. En 2011 se registraron más de 115.000 visitas en 4 días, siendo una auténtica barbaridad la gente que se congregaba en sábado y domingo. Esto se debía a que se le daba un carácter muy popular, con infinidad de stands dedicados al tapeo, junto con otras zonas y stands más profesionales. Pero en definitiva, se generaba un movimiento espectacular en torno a la feria con concursos de tortillas, concursos de tapeo, degustaciones (unas gratuitas otras a precios bastante populares) en los 200 expositores y 60 barras participantes, menús especiales en los 16 restaurantes participantes en los stands del recinto, más de 200 talleres (gratuitos en esta última edición). En definitiva, espectacular. En unas declaraciones en el periódico El Mundo, García Santos indicaba que el congreso había “mejorado y cumplido todas las expectativas”.
De repente, este evento desaparece. Bueno, no desaparece del todo. En la Web http://www.lomejordelagastronomia.com/ que sigue activa, se ha podido ver un auténtico despropósito de fechas, aplazamientos, incluso los precios de los stands para su celebración en 2012, que se aplazó a primavera de 2013 y hasta ahora, que está el vacío sobre si se va a celebrar o no en un futuro. Todo muy raro.

“El bosque animado” de Quique Dacosta
Era uno de los incondicionales en los tres años en los que se celebró, incluso cogiendo días de vacaciones en mi trabajo para poder estar lunes y martes también allí (casi me despedía de la familia un sábado por la mañana y la volvía a ver el martes por la tarde, porque hacía 12-14 horas en el congreso), llegando a pagar bastante dinero los dos primeros años para poder asistir a los talleres que dieron, por ejemplo, Ferrán Adría, Martín Berasategui, Quique Dacosta, Pedro Subijana, Joan Roca, Paco Torreblanca, Dani García, entre otros. Un auténtico lujo asistir a ponencias de 3-4 horas de esta gente y verla trabajar a escasos metros de distancia. A mí ya me gustaba la cocina, pero en este congreso empecé a aprender lo que es Gastronomía y a saber lo que hay detrás de estos cocineros. Salí (y sigo) fascinado con el trabajo que hacen. Como ejemplo, en el primer congreso de 2009, en la ponencia de Quique Dacosta, explicó paso a paso su plato “Bosque animado” que ha cumplido 10 años recientemente. Fue la primera vez que me emocioné con un plato y se me siguen poniendo los pelos de punta al recordarlo.
Así que basándome en todo lo que significó para mí este congreso, me voy a meter en un jardín “interesante”, dando mi opinión sobre el tema. Espero no divagar mucho y centrar el tiro (y consiga explicar lo necesario que veo este tipo de eventos), pero es un tema que me enciende y ya está bien que me oigan sólo los amigos… 🙂
En primer lugar, ¿por qué ha desaparecido el mayor evento que se celebraba en IFA? ¿No era rentable? Con la afluencia de gente que había, sin ser entradas caras, porque además podías conseguir invitaciones, lo que se consumía en el interior y los contactos/publicidad que podían hacer los expositores justificaban de sobra la inversión. Si no era rentable, ¿las que se hacen actualmente lo son? Y no entro en enumerar las actuales, porque es para echarse a llorar. Ese recinto, enorme, ampliado hace poco, ha quedado para ser usado para conciertos. Los que lo gestionan creo que deberían hacérselo mirar, porque es una lástima tener esas instalaciones para el uso que se da. Una pérdida de dinero, personal y equipamiento.
Pero seguramente estos gestores no tengan la culpa. Estoy convencido que hay guerras mucho más profundas que no salen a la luz (o por lo menos no llegan al público general). Una de esas guerras, la que inició Rafael García Santos, atacando a saco a Juan Mari Arzak, referencia para la mayoría de los grandes cocineros del mundo, nunca lo entendí. Él sabrá qué le llevó a esos ataques, lo que sí es cierto que los cocineros que se identifican con Arzak no iban a mirar con buenos ojos a quien criticaba a su “maestro”. Poco tacto, poca visión y mucho egocentrismo. No venía a cuento, siendo organizador de un congreso de gastronomía, esos ataques. Aunque seas periodista o crítico gastronómico, se debe mirar un poco más allá. Y mi curiosidad sobre el tema sigue muy viva, así que si alguien me lo explica, estaría encantado en escuchar las razones…
Por otro lado, el señor García Santos se empecinó, imagino que relacionado con lo comentado en el párrafo anterior, en empezar una especie de cruzada contra la “alta cocina moderna”. Y esto lo quiso plasmar en un giro en el último congreso de 2011. Un giro hacia “lo popular”, como escribió “una ciudad de la gastronomía más cercana”, enfocada al público en general, que no tiene a su alcance los grandes restaurantes, dando importancia a los cocineros jóvenes. Estoy en parte de acuerdo, debe haber una parte cercana y mucho más social, una parte que permita a todo el público acercarse a la Gastronomía (con mayúsculas). Pero lo cierto es que la previsión que hizo, indicando que había que reformar los congresos en este sentido, si no queríamos “asistir a sucesivos funerales y absoluta muerte”, ha ido muy desencaminada. Sólo hay que ver el éxito que han tenido en los últimos dos años Madrid Fusión, San Sebastián Gastronómika o Gastrónoma en Valencia. Y los veo desde la distancia con una envidia brutal.
Y por último, no puedo entender cómo las autoridades de Alicante, ciudad cuya única (o casi) fuente de ingresos, inversión y promoción es el turismo, dan la espalda a este congreso. Es un evento que permite poner a la ciudad en el mapa, asociada a unos cocineros que son referencia turística mundial. Y estamos hablando que sólo con lo de aquí puede ser un cartel impresionante: Quique Dacosta, Kiko Moya, Paco Torreblanca, Susi Díaz, María José San Román, Dani Frías, Iván Grau, Mari Carmen Vélez, … etc. Sin entrar en los vinos de la DO de Alicante y la consideración que están teniendo actualmente. O la importancia del CDT de Alicante o el buen trabajo que hace la Escuela de Hostelería de Santa Pola. Como promoción y repercusión, sólo hay que ver los números del último congreso de San Sebastián Gastronómika hace unos días (datos extraídos de la propia web del congreso):
- 12.500 visitas a lo largo de las tres jornadas profesionales (sólo profesionales!!!)
- 250 ponentes
- 412 periodistas acreditados (25% internacionales).
- Además de todo el tráfico generado en Twitter y Facebook (darle un evento como este a la gente de Cmua de la Universidad de Alicante y veréis la que montan…)
En resumen, me cuesta entender cómo una provincia que está siendo un referente en la cocina de toda España, con cocineros despuntando y siendo ejemplos en todo el mundo, en una zona volcada al turismo y con un nivel hostelero/turístico más que aceptable que puede coger el rebufo de este tipo de eventos y crecer, no apueste a muerte por este tipo de congresos… La pena es que esté pasando un tren y nadie se decida a cogerlo. Lo que parece que por ahí detrás alguien ha pasado del análisis a la parálisis sin darse cuenta. Pero para el que lea esto: yo quiero subirme al tren. Aquí estoy para lo que haga falta.
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